martes, 26 de julio de 2011

Tejiendo el empoderamiento de la mujer

Jovita Xhuguiguanca tejiendo.
Imagen: Wilson Morales
Natalia Puga, Ayabaca (Perú).- El empoderamiento de las mujeres "constituye el medio y el fin para que fortalezcan sus capacidades organizativas, técnicas y políticas necesarias para ser las protagonistas de su propio desarrollo". Esta es una de las máximas del trabajo que realiza en todo Perú la ONG Ayuda en Acción y en Ayabaca tiene su máximo exponente en las integrantes de la Asociación de Mujeres Unidas de la Comunidad de Chonta (Asmucho), en el distrito de Montero. 

La señora Jovita Xhuguiguanca es, a sus 66 años, la mayor de la asociación y comparte sus conocimientos con sus compañeras de esta entidad que engloba a 14 mujeres tejedoras. Les explica cómo su madre le enseñó a tejer a muy corta edad, pero también aprende: a realizar esta actividad que entre las mujeres de su familia ha pasado de generación en generación de un modo más tecnificado. 

Carmen Hipólita Laura es más joven, pero ha asumido el rol de representante de Asmucho. Bajo su presidencia, sus compañeras han recibido formación de las ONG Ayuda en Acción y Escaes-Perú para "utilizar máquinas que nos hacen el trabajo más fácil" y para aprender otras modalidades de tejido como el bordado. También han asumido que para mejorar sus condiciones deben diversificar su mercado y que los telares que tejen no sean exclusivamente para autoconsumo, sino que salgan al exterior. 

Esta mujer que lleva tejiendo desde los 12 años señala que gracias a la maquinaria que les permite dar "un acabado más perfecto" a sus productos, ya se han posicionado como un referente entre las tejedoras de la zona e incluso han participado en ferias y han compartido sus conocimientos con las estudiantes de una escuela de alta costura de Lima

Las tejedoras de Chonta combinan tradición y modernidad
Imagen: Wilson Morales
La asociación se creó al coincidir un grupo de mujeres tejedoras en un Círculo de Cultura para aprender a leer y a escribir. Ahí se dieron cuenta de que debían "dejar la timidez", pues se sentían "cohibidas por falta de formación". Asimilaron que si se formaban y se organizaban podrían "labrarse un futuro, cambiar nuestro destino" y, al mismo tiempo, "sentirnos más contentas con nosotras mismas. Antes tejíamos para nosotras y no estábamos organizadas".

Desde entonces, han puesto en valor un arte que antes se quedaba de puertas para adentro, cuentan con una tienda en la que venden sus propios productos y perfeccionan las técnicas que todas ellas aprendieron de pequeñas. En sus tejidos sólo utilizan materiales naturales, típicos de la zona, desde la lana a los tintes con los que dan color a sus piezas.

Su actividad no le permite todavía vivir en exclusiva de ello, pero sí les ha permitido potenciar otras habilidades manuales que las convierten en el personal más demandado para, por ejemplo, realizar tareas de recogida de café. A principios de julio de 2011 dejaron la asociación por unos días para ayudar a sus maridos y familiares en esta tarea agrícola, pero en cuanto tuvieron oportunidad ya regresaron a sus carteras, bolsos, alfombras, mantas y otras artesanías, una actividad que les hace sentirse vivas como mujeres y valiosas como personas frente a una situación previa en la que "vivíamos a merced de nuestros padres o esposos".

2 comentarios:

  1. Enhorabuena chicos¡¡¡¡, estáis haciendo un trabajo magnífico. Chus

    ResponderEliminar
  2. Buenas noches la senora que mencionas no es Carmen Hipolita Laura, sino es Laura Hipolita Alberca Jaramillo...

    ResponderEliminar