jueves, 28 de julio de 2011

El riego como seguro de la soberanía alimentaria

Presa de Puente Quiroz, en Suyo.
Imagen: Wilson Morales
Natalia Puga, Ayabaca (Perú).- El acceso al agua para riego y el refuerzo que esta medida supone para potenciar la productividad agropecuaria es un factor clave para garantizar la soberanía y seguridad alimentaria en poblaciones como Gramalote, en el distrito de Sicchez, o Puente Quiroz, en Suyo. Para los pobladores de ambas localidades, la sequía que padecen durante buena parte del año y la falta de una buena organización de la producción limitan en ocasiones su acceso a una alimentación equilibrada y, al mismo tiempo, a las posibilidades de comercialización.

Para solventar estas deficiencias, Escaes-Perú y Ayuda en Acción, "acorde con la participación activa de las familias beneficiarias" implementaron dos sistemas de riego en ambas localidades. En ambos casos, según explican los ingenieros, la puesta en funcionamiento de los sistemas de riego tuvo que llevar aparejada la construcción de presas para la recogida de agua de lluvia y de los manantiales naturales de la zona.

Estas infraestructuras permiten, desde su construcción, que los agricultores de la zona tengan asegurada la dotación de agua necesaria para la producción de, al menos, dos cosechas al año, al tiempo que asegura la diversificación de los productos, sobre todo, del cultivo de hortalizas. Esta última aportación contribuye, al mismo tiempo, a un logro fundamental para mejorar la seguridad alimentaria: favorece el consumo balanceado de alimentos que mejoran la calidad de vida de adultos y niños. "Podemos precisar que los hogares beneficiados han mejorado significativamente la calidad de su alimentación", recoge una auditoría externa del proyecto. 

Palermo Saavedra es preside una asociación con 48 productores que explota sus parcelas gracias al agua aportada por la presa del sector de Gramalote y explica que gracias a esta infraestructura con capacidad para almacenar 560 metros cúbicos de agua "podemos regar 45 hectáreas" en las que han puesto en marcha un sistema de producción para su "explotación integral". Siembran desde maní y distintos tipos de frijol a caña de azucar o café ecológico, emplean en todos los procesos abonos naturales y ecológicos y, por primera vez, "podemos regar nuestros terrenos en verano".

Parcela regada gracias al agua de la presa de Gramalote.
Imagen: Wilson Morales
"Tenemos un buen número de aumento de la producción y garantizamos la ocupación para las nuevas generaciones, que antes ansiaban irse para la ciudad para buscar trabajo. Pasamos de sembrar para el consumo familiar y ahora también vendemos en mercados de la región", explica Palermo Saavedra, que considera que con este tipo de proyectos se están "recuperando la economía de la vía ecuatoriana".

Otro logro de esta presa y este riego tecnificado ha sido la unión de los productores. Ahora trabajan de forma coordinada y cooperan unos con otros. Por ejemplo, organizan turnos de riego de siete u ocho productores y hacen turnos para limpiar la maleza que deja tiempo libre a los demás para el resto de sus actividades productivas. Asimismo, han logrado ver vida en una zona en la que "solo había un año de lluvia cada siete u ocho años" y si no se hubiese puesto en marcha este proyecto "todo se vería como bosque seco".

Una zona 'verde por primera vez'
Los logros de Gramalote son visibles, pero más lo son los alcanzados al extrapolar este mismo proyecto al sector de Puente Quiroz. La presa de 1.283 metros cúbicos de capacidad construida en la zona ha permitido cultivar, por primera vez desde que recuerdan los mayores del lugar "una tierra virgen". En un año "completamente seco" como el que acaban de pasar, a todos les habría parecido imposible "cultivar esta tierra en la que se ve el color verde por primera vez".

En un lugar que todos sus vecinos definen como "tierra virgen" cuentan en julio de 2011 con 28 de las 60 hectáreas de terreno que poseen preparadas para la producción y la Asociación Agropecuaria El Almedo- Asapoa ha empezado a dar actividad a las 20 familias de los socios que, hasta ahora, veían dificultada la actividad agrícola al vivir rodeadas de bosque seco.

Primera plantación de la historia de Puente Quiroz.
Imagen:Wilson Morales

Efrain Sánchez Rosales es el presidente de la asociación y explica explica que su comunidad "estaba antes olvidada por el estado y todas las iniciativas que se hacían para explotarla eran de fuera, que cultivaban aquí y se llevaban los beneficios a otros lugares" y que los vecinos debían "desplazarse a otras zonas cercanas o incluso a Ecuador en época de cultivo para trabajar y mantener a sus familias".

"La rentabilidad que vamos a tener es el futuro de nuestros niños", señala el vicepresidente, Grober Avendaño, que se plantea "primero conseguir productos para alimentar a nuestras familias y luego empezar a exportar" y destaca que "todo el proyecto ha sido innovador, pues no sólo se pudo construir la presa e instalar el riego, sino que hemos recibido capacitación para cultivar y hacerlo de una forma ecológica".

Don Segundo Maza es uno de los socios de esta entidad y también el guardián de uno de los recursos más preciados que tiene, al margen de su presa: un vivero.42 días después de su puesta en marcha ya augura buenos resultados para las 2.800 plantas de palta y 2.500 de cacao que han plantado en una parcela próxima a su casa (de ahí que se haya encargado de su cuidado).

Las hasta ahora plantas incipientes se trasladarán en enero, con las lluvias, a la parcela que han empezado a cultivar, pues se han planteado que este recinto sea "un vivero funcional con materiales de la zona que nos permita injertar y seguir explotando lo nuestro".

Vivero de palta y cacao que asegurará la explotación agraria de Puente Quiroz.
Imagen: Wilson Morales

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